Por suerte, en la actualidad estamos cada vez más concienciados acerca de la importancia de reducir el consumo de energía en nuestro hogar, aunque sea para ahorrar en las facturas de energía.
Una de las formas de ahorrar energía, y que mucha gente desconoce, consiste en mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda. Si bien en la actualidad ya existen normativas que obligan a ello, muchos edificios antiguos no lo cumplen. Te contamos las ventajas de la mejora de este aspecto de tu vivienda.
Aislamiento térmico en tu vivienda
La función de aislamiento térmico es llevada a cabo por un material o sistema diseñado para distintas funciones. En este aspecto puede ocurrir que un muro de carga en un edificio cumpla con los requisitos de aislamiento térmico pero que, en otro edificio, ese mismo muro requiera de un aislamiento adicional para cumplir con esos mismos requisitos.
En la actualidad, normativas como el Código Técnico de la Edificación (CTE) o el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) determinan la obligatoriedad de que se cumplan una serie de requisitos mínimos de eficiencia energética, tanto en los inmuebles de obra nueva como en aquellos que se vayan a rehabilitar.
A nivel industrial, este tipo de aislamiento es útil para evitar que una transferencia de temperatura se convierta en un obstáculo para procesos industriales donde no se admiten diferencias de temperatura. Además, si el aislamiento térmico es deficiente, la temperatura de la superficie exterior puede ser tan elevada que provoque daños a los trabajadores o riesgos mayores como combustiones o incendios.
Ventajas de la mejora del aislamiento térmico en una vivienda
Reducción del consumo de energía
La mejora del aislamiento en una vivienda hace que la temperatura del interior se mantenga más estable y se produzcan menos pérdidas de calor o frío por la envolvente. Este hecho hace que se requiera de un menor uso de los sistemas de climatización de una vivienda.
El ahorro de energía proporcionado por un buen aislamiento térmico dependerá de si se coloca en toda la envolvente o sólo en las partes importantes. De manera general, podemos ahorrar en climatización un máximo del 60% en viviendas convencionales y hasta un 90% en una vivienda pasiva.
Ahorro económico en la factura de energía
En este sentido, hacer uso de un comparador de tarifas de luz y gas nos permitirá reducir este gasto en mayor medida.
Aislamiento acústico
El aislamiento térmico, según los materiales que se usen para ello, también nos sirve como aislamiento acústico, reduciendo los ruidos procedentes del exterior y del interior de las viviendas.
Mayor comodidad en la vivienda
Una habitación ya no se enfría o calienta de manera tan rápida y la temperatura se mantiene más estable (tanto respecto al exterior como entre las diferentes estancias), lo cual aumenta la comodidad y confort en nuestro hogar.
Indispensable en una Passivhaus
Un buen aislamiento térmico es algo básico (y obligatorio) para que se pueda considerar que una vivienda es una vivienda pasiva.
Las viviendas pasivas pueden tener un aislamiento térmico dos o tres veces más espeso que en las viviendas convencionales.
Reduce las humedades
La falta de un buen aislamiento térmico puede producir humedades en la cara interna de la fachada o medianeras. Mejorar este aspecto reducirá las humedades.
Revaloriza la vivienda
Una mejora del aislamiento de la vivienda, supone una mejora en la clasificación energética y se convierte en un valor añadido, aumentando el precio de venta de nuestro hogar.
La inversión se recupera rápido
Una mejora sencilla puede recuperarse, gracias al ahorro que proporciona, en unos dos o tres años. Una rehabilitación térmica media que incluya toda la envolvente puede amortizarse en unos cinco o siete años.
Sostenibilidad
Reducir el consumo de energía hace que la contaminación emitida también se reduzca.
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