El aislamiento de una vivienda mediante la instalación de trasdosado o falso techo implica la adición de capas aislantes en las paredes interiores o en el techo, respectivamente.
En el trasdosado, se fijan paneles aislantes sobre las paredes existentes, seguidos de una capa adicional para el acabado estético. En el falso techo, se instala un techo secundario debajo del techo existente, utilizando materiales aislantes y acabados superficiales.
Ambos métodos mejoran las propiedades térmicas y acústicas de la vivienda, reduciendo la pérdida de calor, el ingreso de calor y la transmisión de ruido.