El aislamiento de una vivienda mediante la instalación de trasdosado o falso techo implica la adición de capas aislantes en las paredes interiores o en el techo, respectivamente.

En el trasdosado, se fijan paneles aislantes sobre las paredes existentes, seguidos de una capa adicional para el acabado estético. En el falso techo, se instala un techo secundario debajo del techo existente, utilizando materiales aislantes y acabados superficiales.

Ambos métodos mejoran las propiedades térmicas y acústicas de la vivienda, reduciendo la pérdida de calor, el ingreso de calor y la transmisión de ruido.

Aislamiento con trasdosado

El trasdosado es una solución ideal para aislar paredes sin cámara de aire, o con cámara no apta para insuflado.

Consiste en revestir muros de viviendas, tanto interiores como exteriores, con placas de yeso laminado o paneles sándwich con material aislante en su interior para mejorar el aislamiento térmico y acústico. Es una excelente opción para reducir la demanda energética en los hogares.

La instalación de trasdosado es rápida y eficaz, proporcionando mayor confort y calidez en casa. El único inconveniente es la pequeña disminución del espacio habitable.

Trasdosado autoportante para mejorar el aislamiento

Este tipo de trasdosado garantiza un mayor aislamiento o una nivelación superior. Contiene lana de roca en el interior. Requiere una estructura resistente de acero, sobre la cual se fijan las placas de yeso laminado. Es una obra seca, sin necesidad de mezclar agua con masa en polvo para el agarre.

Aislamiento con falso techo

El aislamiento de una vivienda mediante la instalación de falso techo es un proceso que implica la colocación de un techo secundario debajo del techo existente. Este falso techo se construye con materiales aislantes, como paneles de poliestireno expandido, lana mineral o fibra de vidrio, con el objetivo de mejorar las propiedades térmicas y acústicas de la vivienda.

El proceso de instalación generalmente comienza con la creación de una estructura metálica o de madera que se fija al techo existente. Sobre esta estructura se colocan los paneles aislantes, que pueden variar en grosor dependiendo de las necesidades de aislamiento de la vivienda. Una vez instalados los paneles, se coloca un acabado superficial, como placas de yeso o PVC, para darle un aspecto estético al techo.

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