Según un estudio reciente del Centro de Investigación Jülich, Alemania invirtió 1,4 millones de euros en 2010 para financiar la renovación de edificios. Esta inversión creó un valor adicional de 5,4 millones de euros de ingresos fiscales y 1,8 millones de euros de ahorro en prestaciones por desempleo. Se estima que como resultado se crearon 340.000 empleos.

Estos nuevos hallazgos sirven como una llamada de atención a los políticos que se quejan de que a pesar de los beneficios económicos y ambientales que generan los edificios renovados, no podemos darnos el lujo de renovar Europa. Esto claramente no es cierto. Los gobiernos de toda Europa estarían cometiendo un acto de locura política y económica si no asignaran cantidades crecientes de sus presupuestos a programas como el del Banco de Desarrollo Alemán (KfW). La evidencia muestra que la renovación puede tener en Europa un impacto muy profundo: hasta 1,1 millones de nuevos empleos directos y el ahorro del 32% del total de energía primaria. La elección es clara: o continuamos quemando nuestros euros en los combustibles fósiles del exterior o invertimos en la renovación profunda que hoy crea puestos de trabajo europeos y nos ayuda a ahorrar para un futuro.

Adrian Joyce, director de la Campaña Renovar Europa.